Natalia Aldana
Fotos tomadas de: https://pia.gov.ph/news/articles/1015342Tras la segunda reelección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, los ciudadanos comienzan a notar los cambios climáticos en su país. Grandes olas de calor, inundaciones en las ciudades costeras, inestabilidad en los cultivos del país, entre otros más, fueron algunas de las preocupaciones que llevaron al pueblo a hacer un llamado a su gobierno. Con fama de desinterés y ausencia cuando de temas ambientales se hablaban, Trump durante los siguientes 4 años más, como era de esperarse, no hizo mucho por frenar esta realidad ambiental.
Acabado su mandato, y con un país cada vez más en caos y desespero, el reconocido partido verde, por sus candidaturas a la presidencia del 2004, decidió postularse de nuevo con una propuesta un tanto peculiar. El 2025 era un año crítico para el futuro de EEUU. Científicos de la IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climáticos) habían alarmado a la gran potencia sobre su situación: si no reducían drásticamente sus desechos para el 2030, el país se iba a ver en una gran crisis ambiental que desmejoraría el desarrollo socioeconómico aún más. Por esto, dentro de su plan de gobierno, el partido verde liderado por la activista Pat LaMarche, plantea una solución que si bien puede acabar con gran parte de la población estadounidense, consideran ellos, es la medida más eficiente para revertir la aceleración al fin de su país; pena de muerte para ciudadanos que hagan uso de cualquier plástico de un solo uso.
¿Qué pasaría con la población estadounidense en el transcurso del primer año establecida la ley?
La población estadounidense, separada entre quienes apoyan y se encuentran en contra de la posible ley del partido verde, entra en conflicto. Por un lado, en su mayoría ambientalistas, los que apoyan las nuevas políticas creen que si bien es una medida exagerada es la más pertinente para resolver la realidad climática, por ende apoyan la decisión que implementaría el gobierno verde y sería veedor de esta ley. Acostumbrados a vivir en plástico, los oponentes a la ley, salen a marchar en contra de este partido y se niegan a obedecerlos si llegase a implementarse la ley.
En este escenario improbable, Pat LaMarche, activista mencionada anteriormente, se lanza a la presidencia y es elegida como gobernante de los Estados Unidos. En su primer año de mandato, LaMarche logra implementar las medidas necesarias para dar ingreso a este nuevo proyecto de ley, y en el estado de California suceden las primeras sentencias a muerte de las personas que utilizaron plásticos de un solo uso. La población en contra se encuentra cada vez más en desacuerdo y se prepara para protestar.
¿Qué pasaría con la economía estadounidense?
¿Qué pasaría con los plásticos de un solo uso que hasta el momento se consideran irreemplazables?
¿Qué pasaría si el partido verde no lograra implementar la ley?
¿Qué pasaría si la oposición política se interpone en las decisiones del partido verde?
¿Qué pasaría si más países que aprueben la pena de muerte implementaran esta medida?
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